Usa la ubicación y la mente para reducir el estrés

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Los trabajadores del conocimiento a menudo nos encontramos en situaciones que favorecen la aparición del estrés y la tensión en nuestra rutina. No de una forma continuada, más bien puntualmente. Hacemos frente a un problema determinado, intentamos encontrar una respuesta y no hay manera. Una gota malaya que nos desgasta, que merma nuestra productividad y nos hace llegar a casa agotados y de mal humor. Algo que absorbe la calidad de nuestro trabajo y nuestra vida fuera de él.

Personalmente, el problema que me saca de quicio es el mal funcionamiento de mi entorno de trabajo, hardware y software lento. Un entorno donde reproducimos los problemas que nos transmiten los clientes y donde frecuentemente me veo obligado a invertir más tiempo en prepararlo, que en trabajar en la solución… Me refiero a todo lo que mina nuestro flujo de trabajo y no nos deja avanzar, lo que hace que durante la jornada vayas notando un olor a chamusquina, a quemado y finalmente te des cuenta que eres tú. En el post tienes una recopilación de métodos que pretenden aliviar el problema siguiendo dos líneas, jugar con el entorno y condicionando nuestra mente.

Imagen vía anna gutermuth bajo licencia Creative Commons

Cambia la ubicación y la perspectiva

El cambio de entorno puede ayudar a desatascar una situación de bloqueo, haciéndonos ver las cosas desde una perspectiva diferente. El hecho de trabajar en un lugar diferente, a pesar de ser el mismo emplazamiento, o cambiar las herramientas que utilizas para hacer un determinado trabajo, puede hacer saltar esa chispa que encienda tu creatividad. Aquí tienes tres propuestas al alcance de la mano para poder implementar:

  • Si habitualmente trabajas en una oficina, prueba de trabajar en una biblioteca pública o llevado tu portátil a la terraza de tú casa. La primera te proporciona un entorno tranquilo sin interrupciones de compañeros y llamadas. La segunda un entorno agradable, con las mismas posibilidades para evitar interrupciones, y donde además puedes levantando la vista 2 minutos desconectaras de verdad de tus asuntos.
  • Prepárate sesiones de trabajo offlineSin conexión a Internet, y si quieres ser más extremo, utilizando la batería del portátil como fuente de alimentación. Crearás un plan de trabajo y recopilarás todo lo necesario para no tener que recurrir a la red. Una vez preparado, focalizarás al máximo ya que no dispones del factor Internet-procastinització. Si trabajas con batería tienes un tiempo finito para terminar todo lo que tienes que hacer. Eficiencia bajo presión, una manera de aplicar las leyes de Parkinson y Pareto.
  • Utilizar papel y bolígrafo. Más allá de la necesidad de llevar siempre encima un bloc para anotar aquellas ideas que convierten un buen proyecto en algo genial, el hecho de trabajar sobre papel nos da una nueva perspectiva sobre temas a planificar y la forma como canalizar las nuestra creatividad. Ya sea por medio de lluvias de ideas, mapas mentales, o simplemente tomándonos 15 minutos para desconectar haciendo anotaciones e ilustrando nuestra rutina diaria, el apoyo manuscrito se puede convertir en una base para reorganizar ideas, encontrar nuevos proyectos o alejar el estrés de nuestra rutina.

Destensiona tu mente

Volver a empezar de nuevo, con una nueva aptitud. Haz un reset mental y colócate de nuevo en marcha. Algo más complejo que el apartado anterior, depende del carácter de la persona y de su capacidad para implantar nuevos hábitos. La práctica consiste en hacer una parada y descargar buena parte de las preocupaciones (y el estrés que hemos acumulado) con un conjunto de sencillas técnicas. Evidentemente no somos una máquina y no partiremos de cero otra vez, pero evitaremos que los nervios dejen en stand-by nuestro trabajo.

  • Parada de pensamiento. Dejamos lo que estamos haciendo y dedicamos nuestra mente a otro asunto, uno que requiera un nivel alto de atención y que sepamos que no nos generará un retorno negativo. Yo utilizo la lectura de un libro. Puedo estar distraído pensando en los asuntos negativos que han empujado a esta situación durante la lectura de las primeras páginas, pero al cabo de 5 ó 6 hojas vuelvo a estar centrado y poco a poco se va desvaneciendo esa sensación tan peyorativa que se ha creado.
  • Crear un marco de pensamiento positivo. Dejemos de lado los asuntos que nos preocupan y pensemos en todos los problemas que hemos resuelto durante las últimas semanas, desde el último día recorriendo hacia atrás día tras día. Paremos a apreciar el esfuerzo realizado y el talento que hemos invertido en solucionarlos. Centrémonos en lo positivo, discriminando aquellas circunstancias que puedan restar. Distrae la atención del tema que provoca la frustración reforzando nuestra seguridad y confianza en nosotros mismos. Para utilizarlo es necesario tener práctica a la hora de aplicar este tipo de técnicas, tenemos que focalizar en el recorrido mental con un cierto nivel de concentración que cuesta de conseguir. Cuestión de práctica.
  • Relativizar la importancia del trabajo que estamos realizando. ¿Qué pasaría si no acabas hoy lo que estoy haciendo, tan importante es? Hacerse esta pregunta no significa favorecer la procastinización, es sacar peso a la labor que estamos realizando para reducir la tensión que vamos acumulando con cada choque. Debemos tener en cuenta que no podemos engañar a nuestra mente, si tenemos una fecha de entrega cercana o hace días que estamos trabajando en el tema perderá eficiencia. De las tres vías de actuación quizá es la menos eficiente.

Espero que te veas con la motivación suficiente para aplicar alguna de estas recomendaciones, y que me puedas hacer llegar tu feedback sobre el resultado que te han dado. Si tienes alguna que te funcione y la quieres compartir con nosotros deja tu comentario.

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