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Hace tiempo que doy vueltas a escribir un post-guía de cómo crear una librería de links con Evernote. Hace tiempo decidí migrar mi librería de enlaces de delicious a Evernote. Un servicio que se ha renovado y estoy seguro que es fantástico, pero al que he renunciado para reducir mi presencia en aquellas redes sociales en las que no tenga nada interesantes que ofrecer.
Preparándolo he observado un cambio de hábitos a la hora de recopilar contenido de la web. Ahora ya no sólo guardo el link, muchas veces me quedo con todo el contenido. Me gustaria explicaros cómo gestiono lo que me ofrece la red y el 2.0, y como Evernote me ayuda a organizarlo.
Imagen vía Ozyman bajo licencia Creative Commons
Lo que inicialmente empezó siendo una librería de enlaces se ha convertido en una librería de contenido web. Recopilar enlaces me resulta cargante, incluso problemático, se multiplica el número de notebooks que utilizas para clasificarlos, el número de tags crece exponencialmente, el sistema de archivos se complica y si no se controla puede convertirse en algo confuso.
Antes de capturar un enlace me hago las siguientes preguntas: ¿Puede ser que utilice el contenido más de una vez? Y ¿el contenido de la página puede variar en un futuro o hacerlo dinámicamente? Si las respuestas son sí, capturo el enlace. Si se trata de documentación técnica, tal vez también capture únicamente el link y lo guarde como referencia. Ya no soy tan impulsivo al enviar el enlace a mi Inbox de Evernote, he llegado a la conclusión de que existen vías más eficientes para aprovechar el contenido que me llega de la red.
Si descubro una web o un blog que me interesa – en general – me suscribir a su feed. Si eres un navegador/explorador compulsivo puedes pensar que tu lector de feeds se saturará. Para evitarlo aplícale una revisión periódica, combinada con una dieta de información para eliminar todo aquello que ya no lees regularmente, y reordenar tus nuevos intereses.
Si lo que me interesa es un artículo en particular lo capturaré al completo con Evernote Clearly, para preparar la página para la lectura, totalmente libre de distracciones y con un formato uniforme. En un post anterior expliqué cómo gestiono las lecturas que me proporciona la red, una vez procesadas estas son eliminadas. Puede que haya alguna que considere especialmente interesante o la califique directamente como mítica. En estos casos pasa al sistema de archivo.
La captura completa resulta mucho más cómoda a la hora de la lectura, no hacer clic en el link para ir a buscar el texto, ya lo tienes preparado en tu equipo/dispositivo evitando sorpresas como que no esté disponible en ese momento o haya desaparecido.
Organizando la librería
Empezamos por los criterios para etiquetar. Tres tags por post, el primero marca la categoría – temática-del material. Recomiendo que el primer carácter sea el guión bajo, si el post habla de productividad la etiqueta con _productividad, la intención es que al seleccionar el notebook los tags de categorías queden en los primeros puestos de la lista de atributos. Si mantenemos un número reducido de categorías (8-10), será sencillo acceder a los links que contengan, sólo tendremos que abrir la lista de atributos y hacer un clic en uno de los primeros items, sin necesidad de buscar ni perder tiempo desplazándonos con el mouse.
Con el segundo tag se marca la especialidad del post por ejemplo si se trata de una herramienta, de un software o de una técnica. El tercero queda para marcar una característica que no tiene que ver con el contenido, como un idioma diferente al habitual, el autor, o si queremos asignar a una categoría que utilizamos en nuestros proyectos para hacer la búsqueda de material o documentación de estos más intuitiva.
Para completar la clasificación de nuestros links y contenido web, para que sean fácilmente accesibles, crearemos una estructura de notebooks y búsquedas programadas para complementar el etiquetado. En cuanto a los notebooks soy partidario de guardar el contenido no por temática – ya lo hacemos con los tags – si no por frecuencia de uso, creando quatro notebooks:
- Activos: Contenido o links con los que trabajo actualmente y consulto de forma activa.
- Consulta: Links que puedo utilizar para proyectos o que son interesantes para el trabajo que hago actualmente. Por ejemplo para documentar mis post sobre productividad, o ejemplos por mis proyectos de programación.
- Recursos: Material que ha quedado en un segundo plano. Temáticas que no toco habitualmente, o enlaces enviados por otras personas que no puedo colocar en las otras dos categorías.
- Post de referencia. Para aquellos post que son especialmente útiles, o me han impactado más. Una especie de hall of fame. A veces te gusta releer esos textos que te impactaron para revivir las mismas sensaciones que tuviste cuando lo hiciste por primera vez.
Todo ello complementado con un número reducido de búsquedas programadas. Para crear las tendremos en cuenta que no nos han de devolver resultados que podemos extraer de forma sencilla con otros métodos, como la búsqueda por categoría explicada anteriormente o con los recursos de búsqueda de Evernote. Para mostrar notas – con contenido o link – que tengan un 3 º tag coincidente y estén almacenados en varios notebooks, o cualquier otra que extraiga información de forma transversal.
Evernote es una aplicación tan flexible que cada uno podemos aplicar un nivel de personalización en la estructuración de la información que generó un sinfín de alternativas de almacenamiento, aquí sólo muestro unas pautas para que nuestra librería no acabe en un caos. La simplicidad es la clave.
Dejadme vuestro comentario hablando de si prefierís una aplicación como delicious para gestionar su librería de links y porque, o contadme si Evernote ha cambiado vuestro hábitos, capturando la página entera en lugar del link.