Cuando utilizar el NO suma

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No. Uno no puede absorberlo todo. Las peticiones de los clientes, los compañeros, y de los jefes –si es los tienes– llegan implacablemente y han de ser procesadas. Se les debe dar respuesta, algunas se pueden asumir, pero otras deberán demorar y otras simplemente no las podremos realizar. Alguna vez nos veremos obligados a decir NO. Hacerlo es algo difícil, ya sea por motivos de orgullo o porque nos sentimos cohibidos ante el emisor de la petición. En el siguiente post te doy argumentos de que aportación positiva tiene una respuesta negativa.

No te han de imponer un trabajo ni su temporización. Aunque la otra parte (cliente, jefe o compañero) lo crea indispensable, no tienes porque dejar lo que estás haciendo para atender su petición. Pienso que lo único que puede hacer que dejes todo lo que tienes entre manos para centrarse en un asunto inesperado, es que la persona en cuestión no pueda continuar realizando su trabajo, ni ningún otro de alternativo, sería el único caso justificado. Siempre se puede incorpora a tu lista Inbox y dentro de siguientes acciones en el momento de procesar… no crees?

Por respeto a ti mismo. Valorarte a ti mismo y que el resto te valore, ya sean compañeros o clientes. Si en vez de dejarte endosar trabajo – por necesidad o desidia de la otra persona – sin protestar, das una negativa drástica pero justificada, mostrando tu capacidad para programar una solución, mostrarás a los demás tus capacidades y esto ayudará a demostrar tu valía y tu carácter. Para hacerlo realidad sigue la filosofía de ofrecer soluciones en lugar de poner problemas.

Para mantener el control y la iniciativa. La negativa inicial, seguida por la decisión pertinente muestra que tienes el control de la situación, que controlas tu flujo de trabajo. Si en vez de eso aceptas asumir la tarea de forma incondicional, tu planning pasa a estar contaminado por entradas no previstas de terceras personas. Ya no controlas – totalmente– tu lista de tareas, otros te marcan que hacer y cuando hacerlo, lo que puede representar una distorsión a la hora de planificar las tareas propias. Motívate pensando que en el mundo profesional se hace una división entre juniors y seniors, y para pasar de un grupo a otro es indispensable mantener siempre el control y la iniciativa.

Para mantener la calidad de tu trabajo. Más tareas a realizar durante la jornada equivalen a dedicar menos tiempo a cada una, o aumentar las horas de trabajo. Según la ley de Parkinson el trabajo se expande hasta ocupar todo el tiempo disponible, en otras palabras: la necesidad hará que prioricemos, y que finalicemos, las tareas con una calidad suficiente. Pero para utilizar Parkinson a nuestro favor necesitamos un mínimo de tiempo para cada una, sino se resiente la calidad. Podemos aumentar el tiempo de trabajo, es una opción, pero si lo hacemos de forma prolongada se resentirá nuestra vertiente no profesional…

Para mantener la calidad de vida. Uno de los objetivos de la productividad no es trabajar más, si no hacer más en el tiempo que dispones. En el anterior punto hablaba del hecho de prolongar la jornada laboral para finalizar temas pendientes. ¿Eres consciente del perjuicio que te puede reportar en otros ámbitos de tu vida? ¿Puedes asumir este coste? Un NO en el momento justo evitará dedicar una energía y tiempo que deberían estar dedicados a cosas mucho más importantes, como la familia o los amigos. El trabajo no debe hacernos olvidar que también hay que vivir.

No hablo sólo de dar un NO drástico y total, también hablo de no dar un sí sin condiciones, dejar claro que no se hará ahora y que deberá acoplarse a nuestras obligaciones. Aunque la jerarquía pesa mucho y le cuesta poco intimidar, un NO seguido de un razonamiento a veces es la mejor opción para ambas partes. ¿Qué piensas? ¿Qué añadirías a la lista? ¿Qué haces tú cuando te ves entre la espada y la pared? Es un tema muy extenso y en un futuro espero escribir más sobre esta cuestión, pero ahora te toca a ti, ilustra el post en forma de comentario con tu experiencia, o hazme llegar tus impresiones a través de mi cuenta en Twitter @davidtorne