Aquesta entrada també està disponible en: Català
El aumento de la esperanza de vida, la tecnificación de nuestro entorno, el crecimiento de la capacidad de proceso de los ordenadores , la hiperconectividad y los cambios en las organizaciones, nos empujan a desarrollar nuevas formas de acción para dar respuestas a necesidades emergentes que a día de hoy aún no son percibidas como una realidad. Las siguientes líneas son una recopilación de diez de las más destacadas.
- Síntesis objetiva (sensemaking). Las organizaciones cambian, de la jerarquía se pasan a sistemas horizontales o en red con el objetivo de conseguir una mayor flexibilidad. Antes de implementar cambios a esa escala debemos ser capaces de identificar los puntos clave para crear una visión unificada en el equipo para conseguir unidad de acción.
- Inteligencia social. Saber en qué tono, qué palabras y gestos usar en cada momento permite establecer una conexión directa con los miembros de nuestro equipo. Es el primer paso para generar confianza y asentar relaciones que permitan una colaboración fluida. Trabajar la inteligencia social nos permitirá una mayor adaptabilidad a entornos donde nuestros compañeros de viaje varían con frecuencia.
- Capacidad de resolver problemas fuera de un entorno rutinario. Saber encontrar respuesta a los problemas generados por una situación particular. Debemos ser capaces de movernos más allá de las pautas y normas de casos estandarizados, usando el bagaje propio para implementar soluciones sin usar listas de control o reglas prefijadas.
- Competencias interculturales. Mundo global, necesidades locales. Negocios abiertos a un mercado global requieren habilidades lingüísticas y flexibilidad a las diferencias culturales y no sólo en un entorno intercultural. En nuestra propia empresa trabajaremos con gente de diferentes contextos culturales, razas o edades con perspectivas diferentes. Saber coordinarlos para convertirlos en oportunidad y no en problema.
- Habilidades computacionales. Más allá de moverse entre la típica suite de productividad y las aplicaciones más conocidas, nuestras responsabilidades profesionales requerirán cada vez un conocimiento computacional más elevado. Tratar la información para convertirla en conocimiento, en una representación de la realidad a través de herramientas de simulación o lenguajes de programación para no-programadores (lenguajes naturales).
- Producir contenido. La gran efervescencia de las redes sociales y la blogosfera como vías para crear valor a través del contenido es algo que se trasladará a la empresa. Convertirnos en editores de la información a través de sistemas multimedia, dando forma al contenido con el objetivo de persuadir, transformándolo en algo atractivo y muy visual para facilitar su asimilación .
- Capacidad para entender conceptos de varias disciplinas. Trabajar en la resolución de problemas complejos requiere un trabajo transdisciplinar. Necesitamos una faceta generalista para asimilar el contenido necesarios para ser capaces de integrar y crear sinergias. Una cuestión de capacidad para entender conceptos te áreas distintas a la propia, predisposición a la curiosidad y al aprendizaje continuo.
- Adaptar nuestro entorno de trabajo según el tipo de tareas a realizar. Cambiando el entorno, cambiamos nuestra predisposición y de ahí el comportamiento. Neurogénesis. Piensa en los diferentes ambientes de tu lugar de trabajo o de tu casa, hay algunos que son más propicios para determinadas tareas: Lectura , trabajos de gran concentración, uso de la creatividad… hace tiempo hablé de una técnica que apuntaba en esa dirección.
- Saber gestionar la carga cognitiva, discriminar la información por su importancia real. El torrente de información y datos nos obligará a desarrollar técnicas para combatir esa sobreinformación. Pasaremos de los actuales metadatos (tags, sistemas de puntuación…) a una configuración según nuestro estado cognitivo, simplificando o sofisticando la visión recibida. ¿Un ejemplo? Visualización de un gráfico con mayor o menor granularidad según la necesidad o el estado en que nos encontremos.
- Colaboración en entornos virtuales. El trabajo en equipo y sociabilización llevada a un entorno virtual. Formamos parte del grupo de trabajo o seamos los líderes , tenemos que hacer uso de habilidades que van más allá de la capacidad de sociabilización y coordinación en entornos presenciales. Saber dinamizar los entornos , mantener la motivación utilizando técnicas de gamificación o creando sensación de proximidad a través de las redes sociales.
Si piensas un poco muchas de ellas están aquí o su entrada es inminente. He escrito el post repasando un documento de la Universidad de Phoenix en el que llegué gracias a un post de Marc Vidal. El estudio se ha hecho en las habilidades necesarias para el mundo del trabajo en el año 2020. ¿Tu las aplicas ? ¿Cuáles crees que son más tangibles de aplicar y cuáles menos? ¿Por qué? El espacio de comentarios te está esperando.
Imagen vía jared bajo licencia Creative Commons