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Post de celebración del blog, y como en años anteriores sigo con la serie que pretende exponer los hábitos y los elementos que me han ayudado a ser más eficaz e incluso me atrevería a decir que más feliz.
Para mí el hábito más importante que he logrado implantar en los últimos años es el de journaling o como decimos en aquí, escribir un diario. Llevar un diario me ha ayudado a ordenar pensamientos, abrir una vía para dialogar conmigo mismo y para integrar todas aquellas cosas que me pasan.
Hay mucho artículo hablando del fenómeno pero quiero hablarte como me ha influido y porque creo que funciona.
Debo decir que mi método para hacer journaling es algo raro. Lo hago semanalmente, tengo un cuaderno moleskine y escribo con una pluma. Los instrumentos de escritura de calidad hacen que sea una gran experiencia, lo que provoca un efecto de refuerzo.
Me gusta escribir y el hecho de disfrutar de la experiencia hace que cada semana haya al menos una entrada en el diario. He conseguido no saltarme ninguna.
Por otro lado, voy siempre con una libreta para tomar notas. Durante la semana, al final del día, si hay algo destacable lo anoto y en ocasiones incluso lo desarrolló un poco. El hecho es no olvidarme de nada para recuperarlo durante el fin de semana y así incluirlo en la entrada semanal.
Escribir como un espacio de reflexión
Uno de los primeros beneficios que noté al empezar a escribir un diario fue tomar distancia con lo que me pasaba. Primero una distancia temporal, al escribir sólo en fin de semana lo hacía con la mente fría, alejado del calor del momento, algo especialmente positivo si hablaba de situaciones de conflicto.
El escribir días después además me permitía reflexionar sobre lo ocurrido. Hacerme ciertas preguntas sobre los conflictos y problemas que se habían cruzado en mi camino, como desacuerdos con los compañeros o verme atascado ante un problema en el trabajo.
“Escribir ayuda a pensar, principalmente porque te da la ocasión, te da un espacio exclusivo para la reflexión en tus asuntos.”
Se trata de preguntarse el porqué de las cosas. El porqué ha pasado y el cómo. También existe la posibilidad de intentar plantear “soluciones” o posibles caminos de salida a los problemas pero no me gusta hacerlo. Las soluciones sobre papel son constructos que se hunden al primer imprevisto.
Creo que si a tanta gente le supone un mejor cambio esta práctica es porque no disponía de espacios para pensar en sus asuntos.
Escribir para gestionar conflictos
He hablado de gestión del conflicto, problemas con otras personas. Obviamente escribiendo en un diario no los resolverás pero la escritura puede ayudarte a crear las circunstancias para que el problema -o mejor dicho – los pensamientos intrusivos y las emociones negativas que se deriven no vayan a más.
Cuando tengo un conflicto con otra persona, siempre intento describir la situación desde mi punto de vista. También trato de hacerlo desde el punto de vista del otro para intentar comprender mejor la situación. Aunque no lo consiga, puedo ver al otro como una persona con circunstancias y emociones propias y no como un actor de reparto en mi vida.
Una técnica para escribir en tu diario
Con el tiempo he ido depurando una técnica para sacar hacia fuera todo lo que me ha pasado durante la semana:
Enumero los baches sucedidos durante la semana y para cada uno me pregunto si la solución, la forma de resolverla estuvo bien, si la próxima vez que se planteas lo haré mejor y de qué forma.
Enumero las cosas por las que vale la pena estar agradecido, esas cosas que han salido bien ya sea en el trabajo o en casa. Tareas finalizadas, un encuentro con amigos etc… Estas cosas dan sentido, significado a tu semana, son como ladrillos que construyen una vida.
Por último siempre hay algún tema subyacente en los asuntos expuestos, me refiero a cosas que van saliendo de vez en cuando: la procrastinación, cómo afecta mi introversión a mis asuntos, o la sensación de que podría sacarle más jugo a la vida si tuviera otro carácter…
No te aburriré con mi vida pero siempre acabo escribiendo sobre estos grandes temas personales
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El journaling como hábito es la oportunidad de incluir un espacio de reflexión en tu vida. Un espacio para escribir sobre problemas, sobre personas y relaciones. Para pulir sus aristas, encontrar salidas o aceptar situaciones.
Espero haberte transmitido parte de sus beneficios y haciéndote picar el gusanillo para empezar tu propio diario o por lo menos para escribir y reflexionar un poco.
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