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Éste es un post muy especial por dos motivos.
Lo primero es que se trata del post celebración de los 13 años del blog. Sigo con la costumbre de publicar una forma de mejorar tu productividad personal cada año, puedes recuperar los post de los años anteriores aquí (11 formas esenciales para mejorar tu productividad, Descubre tu propósito).
El segundo motivo y más importante es que éste es el último post que publicaré en exclusiva en el blog. A partir del mes de septiembre empezaré a enviar sólo para suscriptores la newsletter:
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Los post más destacados se publicarán uno o dos meses después aquí en el blog.
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Volviendo al post de aniversario, este año he escogido un tema complejo y poco intuitivo relacionado con la creación de hábitos:
Para cambiar, cambia tu identidad.
Cómo cambiamos los hábitos los mortales
Cuando una persona se plantea cambiar, cambiar su forma de hacer, cambiar sus hábitos en definitiva, elige uno de los dos caminos siguientes:
- Definir el resultado que desea obtener
- Cambiar el proceso de cómo realizarlo.
Pensemos por ejemplo en el hábito de la lectura. Todos queremos leer, bueno de hecho no, lo que queremos es haber leído y disfrutar del resultado de la lectura, pero esto es otro tema.
¿Queremos leer y qué hacemos? Plantearnos leer cada día a una hora determinada, o si enfocamos el tema desde otra perspectiva – resultados – leernos 1 libro al mes.
¿Cuál es la más asertiva? Para mí cambiar el proceso. Trabajar en su sistema siempre es mejor que trabajar en un objetivo. Cuando trabajas el sistema trabajas a mayor profundidad o dicho de una forma, fijarse resultados es más superficial.
Cambiar la identidad
Pero existe un nivel más profundo y con repercusiones mucho más amplias. Cambiar la identidad.
En lugar de leer todos los días simplemente conviértete en un lector. ¿Y qué hace un lector? Pues leer.
¿Cómo te has quedado? «David esto es una obviedad». Lo sé pero no está tan claro como parece.
Cambiar la identidad significa cambiar tus creencias: cómo te ves a ti mismo, cómo ves a los demás, tus juicios sobre ti y los demás. Las creencias, suposiciones y prejuicios que tienes están asociados con ese nivel.
Pero ¿por qué cambiar tu identidad?
Si eres capaz de crear un sistema, serás capaz de crear hábitos. Si eres capaz de incorporar un hábito a tu identidad, serás capaz de mantenerlo y hacer que te defina.
¿Cómo lo hago? ¿Cómo cambio mi identidad?
Hasta aquí palabras grandilocuentes y promesas de cambio pero falta explicar el cómo. ¿Cómo cambio algo tan inmóvil como mi identidad?
La forma más práctica de cambiar quién eres es cambiar lo que haces. Cada cosa que haces es un voto por la persona en qué quieres convertirte. Por tanto cambiaremos a través de la acción.
A través de pequeñas acciones vamos a modificar nuestro comportamiento e identidad. Cambiamos lo que hacemos pero poco a poco y como una corriente de agua que cambia la forma de una piedra, cambiaremos cómo nos vemos.
Las acciones, su repetición y nuestra persistencia cambiará la imagen y creencias sobre nosotros mismos. Nos convencerá de que somos alguien distinto.
Decide quién quieres ser y que quieres representar. A partir de ahí pasa a la acción, a través de acciones y nuevos hábitos erosiona tu imagen actual, dale forma para llegar a ser quien te has planteado.
- ¿Quieres ser un lector? Encuentra un libro que te guste o quieras leer.
- ¿Quieres ser un lector? Lleva siempre un libro contigo.
- ¿Quieres ser un lector? Encuentra un momento para leer todos los días.
- ¿Quieres ser un lector? Lee una o dos páginas cuando tengas 10 minutos libres.
- …
La forma más directa – y más fascinante – es a través de la acción. Cambiar la imagen que tenemos de nosotros mismos a través de pequeñas victorias. A medida que las conquistemos cambiaremos cómo nos vemos.
Integrar el cambio en tu identidad te da algo más que motivación te da propósito, una referencia a la que devolver cuando la fatiga o el mal humor te empujen a volver a los viejos comportamientos.
Cambia a mejor, cambia tu identidad, comienza con una pequeña acción.
Foto de Iulia Mihailov en Unsplash