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La sustitución de hábitos es el proceso cambio de un hábito por otro y lo que implica. toma importancia al considerar que un hábito no se puede eliminar sólo sobrescribir con otro.

«Cuando los buenos hábitos salen por la ventana, los malos entran por la puerta»

2021 ha sido un mal año a nivel de hábitos. El hábito principal de mi estilo de vida era hacer deporte de forma regular y poco a poco le he ido perdiendo. Quisiera reflexionar brevemente sobre cómo ha pasado y cómo funciona la sustitución de un hábito.

Cómo se estropeó todo

Hubo un momento en el que todo se estropeó, el momento de abandonar el teletrabajo y volver definitivamente a la oficina. Alternaba 2 semanas de trabajo en la oficina con dos semanas en casa. Por eso, y por los riesgos que comportaba, dejé de ir al gimnasio sustituyendo el ejercicio por una kettlebell y una rutina de ejercicios doméstica.

Después de más de un año, la empresa consideró que podíamos volver a trabajar presencialmente y decidí volver a cambiar mi rutina de ejercicio. Entonces no me había dado cuenta pero había perdido la costumbre de ir al gimnasio.

Poco a poco se hizo palas que me costaba ir, seguir la rutina – demasiado exigente – y poco a poco bajó mi nivel de exigencia en cuanto a intensidad y asiduidad.

A partir de aquí he sustituido un buen hábito por otros menos constructivos como irme una o dos veces a merendar fuera. Soy más indulgente con lo que como y más comprensivo al subir a la bascula.

Cómo funciona un hábito

Los hábitos son un mecanismo para mejorar la eficiencia de la mente. Permiten no tener que razonar en el momento de realizar actividades ordinarias.

Los hábitos funcionan en una secuencia concreta: Una señal de que dispara el hábito, una rutina que se ejecuta después de la señal y una recompensa que refuerza el comportamiento.

No podemos eliminar un hábito pero podemos sustituirlo por otro. Mantendremos la señal y la recompensa pero variando la rutina.

«Los hábitos no desaparecen, son sustituidos por otros»

Perder la rutina

Por un lado, se ha roto la repetición del hábito. Dejé el gimnasio hace un año y la rutina de ir dos o tres veces por semana desapareció.

No se trata sólo de hacer deporte sino también de CÓMO haces la acción, el ritual, el entorno. No sólo la asistencia, también la cadena de ejercicios a realizar, el orden en que los haces.

Intentar recuperar todo esto de repente es un reto demasiado grande. Son un montón de microhábitos enlazados. Tendré que volver a empezar de cero.

La sustitución de hábitos

La cara B del hundimiento está representada por todos los malos hábitos que ido sumando en el espacio dejado en el tiempo que debería estar en el gimnasio.

No hacer nada es también una opción. Sedentarismo. Estar en casa sentado en el sofá mirando la tele o leyendo. En cuanto a actividad física, esto también resta.

Por no hablar de llenar el tiempo con otros hábitos como comer una pasta los miércoles o hacer una cervecita los jueves para celebrar que se avecina el fin de semana.

Sigue habiendo una señal, una rutina y una recompensa. La señal es la misma, la hora de salida de la oficina sirve de disparador para una actividad.

La rutina ha cambiado. Antes era ir al gimnasio, ahora es ir a comer una pasta o hacer una cerveza.

La recompensa es la sensación de satisfacción al finalizar la actividad. Hay una satisfacción inmediata por haber «pecado», la diferencia es que antes, además, había una serie de recompensas demoradas en el tiempo que ahora no están: Ver cómo mejoraba mi estado de forma o cada vez que me pesaba…

Un hábito clave

¿Por qué es tan importante para mí el hábito de hacer deporte? Pues porque se trata de un hábito clave.

La aplicación de los hábitos clave permiten desplegar muchos más hábitos positivos para el individuo.

Los hábitos implantados con éxito se convierten en pequeñas victorias, nos motivan y nos convencen de que poder hacer cosas mayores, cambios a mayor escala.

Son un encadenado de cambios donde cada balda de la cadena es un pequeño hábito: Primero fue tener una rutina para hacer deporte regularmente, seguido por ir al gimnasio y hacer entrenamiento de fuerza, después interesarme por la nutrición y mejorar mi dieta .

Un ir de menos a más para terminar configurando una mejor versión de mí mismo.

Ahora falta otro post, en unas semanas o meses explicando cómo ha ido mi proyecto de recuperar el hábito de hacer ejercicio. Espero que lo que aprendí al leer «Hábitos Atómicos» me ayude a hacerlo.

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