Somos muchos los que hemos vivido, alguna época de nuestra vida, por inercia. Día a día, sin pensar en el mañana y sin ser conscientes de nuestros deberes y responsabilidades. Muchos chicos no saben que hacen en la escuela, ni en el instituto, sabiendo que están ahí porque es donde les toca estar. Saben que lo dice la ley, sus padres, o que por edad les toca estudiar pero nada más. No saben para a que se están formando pese a ser conscientes que contar con una educación es importante para generar oportunidades de futuro, pero sin ser capaces de concretar una finalidad, las consecuencias concretas de su esfuerzo. ¿Te lo imaginas? Es muy duro persistir si no sabes qué propósito tiene todo.
Imagen de ajari (Japón) [CC-BY-2.0], via Wikimedia Commons