Empezar, hacer y terminar

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Esta es la secuencia para hacer que nuestros asuntos avancen. En el texto hago un repaso de todos los factores, relacionados con las tres acciones mencionadas y cómo éstas afectan a nuestra forma de ver las cosas, de trabajar, de dejar para más adelante lo que tenemos que hacer. El hecho de llevar a cabo nuestras ideas, estructurándolas en acciones y ejecutarlas no es suficiente, tenemos que batir la resistencia a entrar en materia, a iniciar la actividad, o superar los problemas finales que hacen que los proyectos se alarguen…

Imagen vía fernando bajo licencia Creative Commons

Empezar

Para mí el paso decisivo. ¿Cuántas veces has demorado una acción o un proyecto por el simple hecho de percibirlo como algo complejo, pesado o simplemente para sentirte intimidado con su extensión? Para empezar basta con dar un primer paso. Dividir, simplificar, identificar los componentes que lo forman y fijar una primera acción a realizar, y después de ésta la siguiente… Una vez te hayas puesto en marcha todo será más fácil. Una vez vencida la resistencia inicial todo es más fácil, solo es cuestión de saber lo que hay que hacer.

El otro punto de fricción para iniciar un proyecto es el exceso de planificación. Realizamos una planificación natural de nuestro proyectos, creamos los subproyectos que lo componen, descomponemos las acciones concretas a realizar, preparamos un mínimo calendario para seguir la actividad, hacemos una revisión… y aún somos capaces de plantearnos pulir detalles antes de iniciar la ejecución… #fail

No digo que planificar sea malo, según la trascendencia y las implicaciones será necesario, pero no podemos recreándonos desarrollando una planificación y dedicándole más energía y tiempo que a la acción en sí misma. Marca un camino de acciones a seguir y lánzate, las revisiones que hagas cuando el proyecto ya esté en marcha te permitirán hacer las correcciones que sean necesarias.

Hacer

Quédate con dos conceptos, la dinámica de la siguiente acción y crear un camino a seguir. La primera te permite crear un hábito de trabajo que mantiene viva la acción relativa a tus proyectos, no pararás de trabajar no saber que es lo siguiente que tienes que hacer. Una vez finalizado lo siguiente que tienes entre manos hay algo más que te espera. De lo contrario podemos dejar de lado ‘temporalmente’ nuestra tarea para dedicarnos a otra responsabilidad y perder el flow que nos permitía avanzar focalizando en el objetivo final que perseguimos. De lo contrario, cuando retomemos nuestra actividad nos llevará un cierto tiempo recuperar la velocidad de crucero…

El camino a seguir hace referencia a un croquis de las acciones necesarias para completar el proyecto, o de metas intermedias que hay que alcanzar para llegar al objetivo. Es inútil realizar una planificación intensiva, fijando fechas límite y secuencias entre las tareas, al final habrá desviación sobre el plan inicial, por eso prefiero identificar las diferentes etapas, en qué consisten y el conjunto de acciones y proyectos iniciales a realizar. A partir de aquí ya es cuestión de lanzarme a la piscina.

Cerrar

Para cerrar el ciclo de producción debes finalizar lo que tienes entre manos. Sin dejar detalles pendientes. Cada fleco que quede por pulir aumenta el ruido dentro de tu planning de actividad, evitando que te puedas centrar completamente en nuevos asuntos. Remátalos y evita que lo pendiente se olvide y se convierta en un problema.

Un proyecto al que le faltan detalles por pulir, o aquellos asuntos que parecen de menor importancia frente a otras actividades que tienes entre manos, corren el peligro de quedarse en un segundo plano frente a otros asuntos y prolongarse en tu lista de asuntos pendientes. Cada semana dedico tiempo a cerrar proyectos y terminar con acciones que no son de especial importancia, lo hago después de mi revisión semanal, que es cuando suelo identificarlos.

Tu actividad es una rueda que gira con menor o mayor velocidad según muchos factores, pero que se compone de tres ejes, mencionados en el post. Comprender las resistencias, las malas costumbres de cada una de las tres etapas es un primer paso para batirlas y potenciar nuestra eficiencia.

Déjame tu comentario hablándome de las dificultades que te encuentras en cada una de estas fases y cómo los superas. El espacio de comentarios y mi cuenta en twitter están a tu disposición @davidtorne.