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Hace tiempo escribí dos post sobre la utilidad de los smartphones y los problemas que puede llevar consigo disponer con una conexión de datos a nivel productivo. No sé si lo hacía por convencerme de no contratar una, pero la verdad es que he acabado cayendo y siendo un usuario conectado al 100%. Ha sido toda una experiencia, me ha ayudado a afianzar ciertas convicciones y pensar en profundidad sobre el tema. Llega Navidad y muchos de nosotros caeremos en la trampa de incorporar nuevos dispositivos para – a priori – utilizarlos de forma habitual, integrándolos en nuestro flujo de trabajo.
Aquí tienes un review de las peores trampas – en forma de mal hábito – en las que he caído durante este tiempo, acompañada de sugerencias para corregirlas.
Imagen vía waferbaby bajo licencia Creative Commons
Checking y otros vicios
Si el cheking continuado de tu e-mail es una carga de profundidad por tu productividad, imagina lo que debe ser disponer de un smart o un tablet donde puedes acceder con dos clics a tu mail, twitter, facebook … puedes pasar horas y horas sin llegar a hacer nada, con el perverso añadido de que su fácil acceso lo convierta en un hábito cada vez más difícil de erradicar.
He llegado a la conclusión que la forma más sencilla de corregir el problema es eliminar las apps que suponen un foco de distracción injustificada:
Para eliminar las molestas notificaciones de facebook de tu device o evitar el acceso continuado, no hay nada como borrar el app. Es la única forma para cortar la hemorragia de atención perdida
Es radical pero efectivo, si te limitas a cambiar la configuración ya no te molestarán sus notificaciones, pero cuando pares a tomar un café, hacer un descanso de 5 minutos o vayas a comer, no podrás evitar volver a caer en la tentación.
Voy eliminar la versión móvil de facebook de mi vida pero no twitter. La diferencia es que la considero una aplicación realmente útil, me sirve para recibir el feedback y comentarios de mis seguidores, y en consecuencia poder preparar con tiempo mis respuestas. Ojo, no quiere decir que esté continuamente respondiendo sino que regularmente verifico la cuenta y registro las respuestas a contestar cuando toque. Nos podemos instalar cualquier app, pero una vez evaluada deberíamos deshacernos de ella si no nos aporta nada.
Evitar la zombificación
El device se convierte en un centro de entretenimiento constante, en un foco de atención que permite estar en contacto con nuestra red para pulir detalles, responder preguntas y mantener en movimiento temas de interés pero como el hábito no hace al monje, la herramienta no mejora la productividad, la potencia siempre que exista el método y los hábitos adecuados. Si puedes utilizar tu smartphone para trabajar, también lo puedes utilizar para perder el tiempo.
Soy de los que come fuera de casa y me entristece ver a toda esta gente que come sola, o acompañada, que no levanta cabeza de una pantalla de 4 o 5 pulgadas. Debo confesar que yo también lo he hecho y me he dado cuenta que la forma más fiable de dinamitar tus relaciones interpersonales – con los compañeros de trabajo – y una forma de minar tu credibilidad. Piensa en el coste de oportunidad perdida, aunque estés solo pierdes la oportunidad de integrarte con tu entorno. Ya lo sabes, si no haces ruido no importas.
Si compartes tu espacio con compañeros de trabajo o no, dedícales hay tiempo. Explica tus proyectos personales, tus inquietudes, interésate por sus asuntos. Personalmente me resulta costoso, me da pereza, pero he descubierto que es necesario. Primero por una cuestión de salud mental, ayuda a desconectar y amplía tus miras. En segundo lugar supone una necesidad funcional, cultiva tus amistades – y contactos-antes de necesitarlos. Una postura interesada pero sincera, evitará que te vean como un freak que prefiere desplegar su perfil digital antes que estar con ellos, el networking comienza con el cara a cara.
La tecnología cambia los hábitos, nuestro comportamiento y nuestra forma de relacionarnos, es cosa nuestra evaluar que nos aporta y ser capaces de descubrir en que falla y corregirlo
Para evitar, o ayudar a corregir, los malos hábitos generado por el uso de tus dispositivos te propongo lo siguiente:
- Evita consultar al móvil sólo levantarte o al llegar al trabajo
- Si puedes apagarlo mientras trabajas o pasas tiempo con alguien que es importante para ti, hazlo.
- Limita el checking al final de tu jornada laboral, o fíjate un momento determinado durante su transcurso para hacerlo, por ejemplo la hora de comer.
- Elimina las aplicaciones que no utilices. Si no accedes sólo son un lastre.
- Lleva siempre un bloc de notas y un bolígrafo encima. Anota en el aquellas cosas que te vengan la cabeza. Podrás pasar a tu inbox electrónico al momento que tengo fijado para trabajar con el dispositivo. Parece idiota, pero anotarlo en papel es más ágil y evita acceder al dispositivo cada momento, y reduce las tentaciones que genera.
- Verifica las aplicaciones que tienes que acceder. Crea una lista de control al bloc de notas, tachar items con tu bolígrafo te ayuda a mantener-te encarrilado, evitando desviar tu atención.
- Pregúntate cómo disfrutar de tu entorno, y de tus pausas, sin usar los devices. Aprender a utilizar el silencio, la lectura o no hacer nada puede ser una respuesta.
Me doy cuenta que la mi espíritu geek muchas veces me empuja al abismo, el hecho de probar una herramienta o una aplicación puede más que el riesgo a convertirlo en un malta hábito. Ha sido una experiencia fascinante, inicialmente por saber que acabaría cayendo y cometiendo los errores que había anticipado, pero no se puede solucionar un problema evitándolo. Las personas tenemos un mayor o menor grado de autocontrol, y en mi caso sólo soy capaz de encauzarme yendo al lado oscuro, mirando en perspectiva, admitiendo el error y corrigiendo…
Y para vosotros, ¿cuál es el peor hábito generado a través de sus dispositivos? ¿Cómo lo habéis conseguido corregir? ¿Podéis añadir otro punto en la lista para ayudar a mejorar su uso? Dejadlo en forma de comentario, o hacédmelo llegar a través de @davidtorne