Volver a la rutina sin vivir un drama

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Ya estamos otra vez. Primer fin de semana de septiembre, se acabaron las vacaciones para la gran mayoría. Se acabó el tiempo en que vivimos sin preocupaciones, dedicados al ocio y junto con la gente con la que nos gusta. Vuelve la traumática re-aclimatación.

Con menor o mayor intensidad todos lo sufrimos. Volver a la rutina genera fricción, y según en qué personas irritación, mal humor y otro efectos secundarios. No hay ni jarabe ni pomada para aliviar esta fiebre pero si me dedicas unos minutos tal vez puedas hacerlo con otra actitud y sacar algún provecho.

Volver a la rutina supone fricciones, de ti depende no convertirlo en un drama Clic para tuitear

Revisa y anticipa

Para volver con garantías y sin sorpresas pon en orden los asuntos más inmediatos antes de la reentrada. Por muy seguro que te sientas, por mucho que confíes en tu memoria, siempre hay algún detalle que se escapa, algo que queda a la sombra. Empieza con una revisión semanal, revisa todos tus asuntos y actualiza tu perspectiva.

Cómo llevar a cabo una revisión semanal

Estás trabajando en proyectos profesionales y/o personales. En qué punto te quedaste, que queda por hacer, vale la pena continuarlos… Cuando vuelvo reviso mi lista de objetivos para recordar las actividades en que me he implicado, definir los siguientes pasos y si se da el caso, eliminar aquellos que ya no me interesan o no veo viables.

Mi lista de objetivos

Revisar el calendario/agenda a tres meses vista. Es un buen momento para anticipar tus compromisos a tres meses vista, de la primera semana de septiembre a la última semana del año. ¿Hay algo relevante? ¿Qué cosas debería comenzar a preparar?

«Revisar permite anticipar, prepararse y evitar limitarse a reaccionar cuando las cosas pasan»

Buscar la distensión y el esparcimiento

La rutina manda pero no te lo tomes como si no necesitaras reaclimatación. Tómatelo con calma. Espacia tus compromisos. Si no eres trabajador autónomo/freelance y no dispones de libertad para organizarte tu trabajo al 100% busca distensión al final de la jornada. Un encuentro con amigos, una parada para tomar un café …

Resérvate tiempo para estar con los tuyos, para seguir practicando alguna costumbre adquirida en las semanas de verano, como las caminatas o la lectura.

Incorpora una nueva actividad

¿Por qué crees que en septiembre aparecen anuncios de coleccionables y cursos en TV?  Son un anzuelo. Nos ofrecen una válvula de escape, una excusa para hacer algo nuevo que nos motive pero que no nos exija mucho.

La gran mayoría de gente compra los primeros fascículos pero nunca llega al final de la colección ¿Por qué? Porque no les importa. Llenan el vacío, distraen el malestar de las primeras semanas de septiembre y una vez recuperada la rutina ya no se necesitan «ayudas adicionales». Volvemos a funcionar por inercia y la vida sigue siendo igual de gris que siempre.

Enrolarte en una nueva actividad en el momento de la vuelta ayuda a generar ilusión, a recuperar el gusto por lo que haces, no sólo en esta nueva actividad, también repercute en el resto de aspectos de tu vida.

Recuerda que una nueva actividad es un nuevo compromiso que requiere tiempo y atención. Si hay demasiadas cosas en tu vida te toca apartar algo que ya no sea tan relevante.

Una nueva actividad aporta emoción y motivación. A medida que pasen las semanas esta emoción se irá apagando convirtiéndose en una actividad más. Si te decantas por hacer un curso que sólo dura unas semanas fantástico, si es una actividad a largo plazo como ponerte en forma o cambiar hábitos, el compromiso y la motivación se tendrá que ir renovando.

Mantener el compromiso con tu proceso de cambio

Volver a hacer lo mismo que haces cada día no es nada atractivo después de unas semanas con total disposición de tu tiempo y sin la sombra proyectada por tus responsabilidades, pero es inevitable.

Del mismo modo que aquellos que van vestidos de azulgrana o de blanco necesitan recuperar el tono para volver a jugar como lo hacen, tú también necesitas re-aclimatación. Tómate un tiempo para volver coger el ritmo y reencontrar el flow.

Photo by Dylan Gillis on Unsplash