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Aquí tenéis un post que ralla el offtopic. Cuando te zambulles en el mundo de la productividad, asimilas una serie de principios que sin darte cuenta eres capaz de aplicar a otras áreas de tu vida. En los últimos meses me he dado cuenta de cómo he ido incorporando cuestiones como las compras, la administración de las finanzas o incluso las perspectivas de salud y bienestar en mi sistema de listas. Me fijo unos objetivos y al trazar el camino para hacerlos realidad utilizo la técnica de descomposición en metas, proyectos y acciones… Para ilustrarlo he querido mostraros cómo se puede aplicar el control a diferentes facetas de la vida. En el post de hoy encontrareis algunos ejemplos – que podéis hacer vuestros – para gestionar los gastos.
Imagen vía xJasonRogersx bajo licencia Creative Commons
Programa tus compras
Objetivo pasar el menor tiempo posible en los establecimientos y aumentar la asertividad en el proceso. No permitamos que el hecho de comprar/consumir se convierta en una actividad de ocio, en un vicio. Mantengamos una lista para nuestra compra periódica y otra para adquisiciones poco frecuentes, como electrodomésticos, mobiliario, regalos de cumpleaños… Para cada uno de las tipologías nos permitirá recopilar lo que necesitamos, organizarlo según contexto (emplazamiento y horario), procesar en forma de revisión previa a la compra, obteniendo ahorro de tiempo, evitar olvidos y mantener una previsión de la gasto a realizar. Llevar a otro aspecto de nuestra, vida principios de GTD como recopilación, organización etc…
Haz que el contexto y la información jueguen a tu favor. Prefiero hacer mi compra en tiendas de barrio, además de un trato más personal evita distracciones a la hora de elegir producto y acabar comprando lo que no se necesita. Por otra parte podemos jugar con los descuentos de las grandes superficies. Canjeamos tiempo de estudio de las ofertas por ahorro.
Saber distinguir entre gasto e inversión
¿Qué es lo que nos reporta un plus productivo, nos hace más fácil el trabajo o nos lo ahorra? Una inversión. Ya sea en forma de hardware, software o formación para mejorar nuestros procesos, hablamos de una inversión. Muchas veces concebimos como gasto cosas que a medio plazo nos ahorran tiempo y dinero, el problema está en cómo medir el retorno que nos aportará una adquisición. Paramos a reflexionar antes de realizar una compra o la contratación de un servicio, preguntémonos qué plus nos aporta. Deberíamos desarrollar el hábito de evaluar lo que necesitamos y hacer la compra a posteriori, tener en cuenta cuáles de nuestros hábitos productivos pueden mejorar y cuales empeorar, Ej: mejora del tiempo de respuesta vs nuevas formas de interrupción del flujo de trabajo. Aprendamos a no dejarnos deslumbrar por la publicidad y el marketing, analicemos con sentido crítico las promociones y ofertas.
Momento anécdota: Hace semanas que mi compañía telefónica me persigue para que cambie mi terminal por un smartphone. Me niego, no quiero pagar una tarifa de datos que no utilizaré para nada y que muy probablemente me enganche aún más a Internet, las redes sociales, el correo… y en definitiva a la procastinización.
Tu área de responsabilidad sobre finanzas personales
Practicamos GTD o no todos tenemos claro que debemos dedicar tiempo a nuestra administración financiera. Dentro de esta área de responsabilidad se deberían generar proyectos destinados a tareas de mantenimiento como la administración y estudio de movimientos de nuestras cuentas corrientes, la búsqueda de fondos de inversión u otras formas para sacar rendimiento al que ya tenemos etc… Muchos lo hacemos, es indispensable, pero igual que en el sistema de varios horizontes de perspectiva deberíamos fijar objetivos de uno a dos años, o más largo plazo (esto ya no es tan común). Si queremos controlar nuestra deuda, estamos planteando crear una familia y trasladarnos de casa, queremos iniciar un negocio o empezar a preparar nuestro plan de jubilación (que necesariamente no debe tener la forma de plan de pensiones) deberíamos hacer uso de un sistema que nos aportase orden, método y claridad de acción. No estoy hablando necesariamente de GTD pero puede jugar un papel importante.
De la misma manera que deseas ampliar tus conocimientos y habilidades sobre productividad personal puedes acudir a blogs sobre finanzas personales para obtener una nueva perspectiva, pero si te marcas un hito a medio-largo plazo es mejor que recurras a un profesional que te oriente y te forme para ahorrarte sorpresas.
Una vez entendida la mecánica de una disciplina como GTD, hasta el punto de interiorizarla y poder hacer uso de manera irreflexiva, somos capaces de abstraer los mecanismos que la hacen funcionar y aplicarlos a todo lo que se nos plantee. Este es uno de los argumentos que demuestra que GTD, y los hábitos que genera la búsqueda de la productividad personal no sólo ayudan a mejorar profesionalmente, también aportan una nueva perspectiva a la hora de afrontar los problemas. Son una vía para rediseñar nuestro estilo de vida.