¿A que dedicas la hora de comer?

Un momento importante del día. Tengas un trabajo de jornada partida o intensiva, la hora de comer (o el tiempo que tengas) es un momento especial. Un break para desconectar y reactivar-té. Más allá de una buena comida y una siesta, nos podemos organizar para convertir este tiempo para aprovecharlo, recargando pilas, motivándonos para seguir trabajando o dedicándonos a resolver cuestiones que se han acumulado durante la mañana y que requieren un nivel de tensión menor. A continuación unas líneas sobre todo lo que puedes hacer durante el break del almuerzo.

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Esa falsa sensación de control

No hay nada que satisfaga más que ver como las cosas van como tú quieres que vayan. Hablando de productividad personal y explorando el método GTD para canalizar mi actividad y obtener resultados he obtenido la capacidad de ordenar mi rutina, identificar lo que se puede convertir en un problema, o actuar con suficiente prevención para evitar que ningún compromiso me coja desprevenido. Pero el control de lo que hacemos no implica necesariamente obtener el control de nuestra vida.

Cuando has conseguido ordenar tus asuntos y consigues disfrutar de tu rutina tienes la sensación de que avanzas, pero ¿realmente es así? Tienes un propósito y unos objetivos realistas, bien definidos por los que puedes trabajar, ¿o sólo estás caminado sin moverte de sitio?

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Cuando GTD marca la diferencia

El método lleva orden y genera compromiso con el que tenemos que hacer, pero debe generar un retorno para fidelizar al usuario. GTD lo consigue, su poder reside en la convicción y la confianza que aporta aquellos que lo llevan a la práctica. Es un sistema simple y asimilable para cualquiera, en el que hay cabida para la gran complejidad de las situaciones que genera nuestra rutina. Se me ha ocurrido escribir sobre lo cuotidiano donde pongo (ponemos) el sistema en práctica, ayudándome a marcar la diferencia. Un conjunto de pequeños pasos en la dirección correcta, que sumados me permiten ganar una mayor eficiencia y calidad en mi forma de trabajar.

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¿Es momento para Dropbox o Evernote?

La nube cada día más presente en nuestra forma de trabajar. Todo es más fácil si podemos acceder a nuestra información desde cualquier lugar a cualquier momento. Si hay dos aplicaciones que deben estar en nuestro kit de productividad éstas son Evernote y Dropbox. La primera para capturar todo aquello que seamos capaces de imaginar, y Dropbox para publicar en la nube, nuestra librería de documentos y archivos de uso habitual. Algunos lectores del blog me han preguntado cuál de estas dos aplicaciones se adapta más a sus necesidades. Espero que el post de hoy sirva como guía para decantarse por uno u otro según la necesidad y el momento.

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Productividad: De la idea a la realidad

Si somos lo suficientemente intrépidos seremos capaces de convertir una ilusión en un hito. Es lo que distingue a los soñadores de aquellos que son capaces de ir más allá, de intentarlo. Pero el camino para convertir una idea en algo material está lleno de obstáculos. Tener el pragmatismo suficiente para convertir la meta en planificación, esta en acción y digerir la actividad sin dejar que ésta caiga en el olvido sustituida por una nueva idea – o procrastinada hasta el abandono-requiere determinación y conocimiento de lo que nos vamos a encontrar. En las siguientes líneas esbozo lo que me ayuda a convertir lo que quiero en algo concreto.

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El plus que te aporta un gadget

Recibo la visita de mi prima, una preadolescente propietaria de una Blackberry que me enseña y me comenta sus bondades. Yo le pregunto por lo que paga cada mes, y efectivamente dispone de una tarifa de datos donde por 20 euros es capaz de convertir el dispositivo en algo con un atractivo equivalente a una fuente de energía inagotable capaz de sustituir el petróleo. Pero llega la pregunta:

– ¿Tú qué tarifa de datos tienes?

– Yo no tengo ninguna, no la necesito.

Cara de estupor y de incomprensión. Me tira esa mirada que los jóvenes dedican aquellos que se han quedado atrás. Intento explicarle mis motivos para no disponer de Internet en el móvil, pero su perplejidad cada vez es mayor… Intentaré reponerme de la sensación de ser una persona con mentalidad retrograda con la que me dejó mi joven pariente, intentando exponer mis motivos a vosotros.

Imagen vía Stephan Geyer bajo licencia Creative Commons

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