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Lo habitual en este blog, o en cualquier otro de productividad personal, es hablar de lo que incide directamente sobre la productividad, procesos, metodologías, herramientas… hoy he querido para una breve parada para hablar de algunos de los factores que lo rodean. Podríamos llamarlo el ecosistema productivo, lo que ayuda a crear un background de bienestar, de estabilidad física y emocional que permite entrar en un estado propicio para focalizar en lo que realmente importa, e implementar un sistema de gestión para HACER.
Imagen vía iacubs bajo licencia Creative Commons
Respetar nuestro descanso
8 horas de sueño son el ideal, pero de alguna manera u otra todos nos dejamos arrastrar por algo que queremos hacer, leer, ver la tele, estar con nuestra familia, y ese tiempo se recorta. No pasa nada siempre que no bajemos de las 7 horas, creo que es mucho más coherente perder una hora de sueño para estar con tus hijos que no descansar y que te quede ese malestar dentro de ti al privarte de hacer algo que quieres o necesitas hacer.
Otro tema es el de la siesta, power-nap para modernillos. 10 o 15 minutos de sueño durante el mediodía dinamizarán tu actividad posterior. Concibámoslo como una vía para recuperar la frescura de primera hora de la mañana.
Cuidar nuestra dieta
En un post anterior hablé de la nutrición como un factor productivo. Aparte del hecho de que una dieta equilibrada ayudará a mantener nuestra salud, evitando la erosión de nuestro bienestar, podemos conseguir conservar un nivel de energía óptimo y prolongado en el que sostenga nuestro esfuerzo. Si me permitís os daré un par de consejos que me han servido para mejorar sustancialmente mi bienestar, eliminar las bebidas con gas, reducir los fritos e introducir los cereales en mi dieta. Simples detalles que podemos aplicar poco a poco para conseguir cambios sustanciales. Con estos sencillos pasos he conseguido minimizar esos momentos del día que entramos a ralentí, bajando el número de revoluciones.
Controlar la cafeína y otros estimulantes
Entendiendo otros estimulantes como el té o incluso el alcohol que se pueda tomar durante las comidas. Administrada correctamente puede representar un empujón, pero si caemos en el abuso, lo convertiremos en un factor que rompe el equilibrio. Caer en la trampa de tomar un café en cada pausa que hacemos, o tomar más de uno después de comer, se convertirá en un problema a la hora de hacer frente a una situación estresante, conflicto con un cliente o gestión de un imprevisto. Lo mejor es marcarnos un límite y no pasar de ahí.
Aprender a desconectar
Cuando mis amigos me escuchan hablando de productividad personal (y me miran raro, preocupándose por mi salud mental) les repito uno de mis lemas favoritos: Productividad no es más trabajo, es más calidad de vida, y una de las bases para llegar a este ideal es saber cuando tienes que HACER y cuando tienes que NO HACER, cuando desconectar de los asuntos y disfrutar de tu tiempo de calidad con los que te importan, o con lo que te realiza. Si lo conseguimos alejamos el estrés y nos aseguramos no terminar quemados, sin ilusión ni fuerza para centrarnos en nada que valga la pena.
Potencia al máximo tu faceta social
Un individuo aislado es un individuo muerto. Más allá de nuestra promoción personal y del hecho de hacer nuevos contactos o nuevas amistades, el hecho de dialogar cara a cara con otras personas abre tu perspectiva, te acerca a otras ideas y mejora tus habitados de exposición oral y por a relacionarte. Aumentará la seguridad en ti mismo, repercutiendo en la imagen que transmites al exterior – más sólida y que generará más confianza – siendo un punto a favor a la hora de afrontar situaciones tensas con compañeros, clientes o cualquier otro actor con los que interactúas.
Afronta pequeños retos, sale de tu zona de confort
La estabilidad mata la curiosidad y la comodidad las ganas de arriesgar. Para no terminar estancado, o para prepararse para afrontar nuevos retos que nos saquen de nuestro marco habitual, adoptar un nuevo rol en la empresa, un cambio de trabajo, retomar unos estudios etc … nos será útil romper nuestra rutina llevando a cabo acciones que nos pongan en guardia, hacer algo que te incomoda y que evitas. Enlazando esto con el punto anterior si eres tímido asiste a actos donde conocer gente nueva, o para los que les incomoda conducir ir a diferentes lugares de tu ciudad o alrededores para cogerle el tranquillo te permitirá convertir algo extraordinario en algo convencional.
De una larga lista, todos ellos son los que me han parecido más relevantes desde mi perspectiva personal. Seguro que por una cuestión de prioridades o por otras circunstancias destacaríais algunos otros. ¿Que me decís? ¿Que es lo que ha ayudado a mejorar su vida? ¿A estabilizar su entorno creando la tranquilidad necesaria para el trabajo de calidad? Deja un comentario o mándamelo vía tweet a @davidtorne